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Hidalguenses, víctimas de la insensibilidad gubernamental


Por: Ricardo Alberto Calleja


No se trata de una simple percepción personal, en Hidalgo todos sienten que el compromiso de los políticos en los últimos años es solamente con sus incondicionales; es decir, con todos aquellos que forman parte de la vieja forma de hacer política. Lejos ha quedado el vínculo con la sociedad en general, con todos los sectores que, con su oficio diario, sobreviven.

El pasado 12 de julio, el secretario de Turismo del gobierno de la República, Miguel Torruco Marqués, estuvo en un evento en Pachuca para dar inicio al "Operativo Vacacional Verano 2019". También estuvo el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, quien, durante su intervención hizo mucho énfasis en que todos "queremos que a Hidalgo y a México les vaya bien", pero lo cierto es que con sus hechos trabaja en contra de la entidad. Más adelante le dijo al secretario: "con todo sentimiento, Hidalgo es un estado que quiere salir adelante".

El mismo discurso de siempre: le hablan bonito a la gente, dicen que quieren recuperar el tejido social, pero lo cierto es que solo es un discurso que ahí se queda. En pocas palabras, hacen vil demagogia.

Pero en realidad, al gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, le importa poco que a los hidalguenses les vaya bien. Veamos: el 10 de abril de 2019, el Movimiento Antorchista instaló un plantón frente al Palacio del Ejecutivo Estatal debido a que, durante meses, la administración actual negó respuestas favorables a las demandas de varias comunidades más pobres del estado, entre las que destacan: 1) apoyos con semillas y fertilizante a campesinos, 2) acceso a vivienda digna, 3) Apoyos alimenticios para la región Otomí – Tepehua, Sierra y Huasteca; 3) liberación de los pagos a maestros a quienes el gonierno estatal no ha pagado desde diciembre de 2018, 4) subsidio alimenticio para cinco casas de estudiantes pobres; 5) conclusión del Hospital Regional en Nopala para que la gente tenga acceso a servicios de salud de calidad y 6) servicios básicos como agua potable, drenaje y pavimentación de caminos.

El gobernador Fayad tiene pleno conocimiento de ellas porque desde que andaba en campaña le fueron planteadas por los diferentes grupos de gente y, ante ellos, asumió el compromiso de resolver la problemática que había provocado durante años: que el 54% de la población estuviera en la miseria. A casi tres años de haber asumido el cargo de gobernador de Hidalgo, Fayad (¿o Fallad?) no ha resuelto ninguno de dichos problemas; al contrario, la pobreza se ha agudizado.

Para colmo, el pasado viernes 12 de julio, el secretario de Gobierno, Simón Vargas Aguilar, dijo que desconocía -vea usted cuanta soberbia e insensibilidad- las peticiones de Antorcha y que no tenía registro de que alguna vez hayamos solicitado audiencia para buscar resolver las demandas de la gente. Lo que dice el secretario de gobierno es una mentira, es falso que no conozca nuestras peticiones, es falso también que nunca hayamos solicitado audiencia. A continuación, me permito decir, de manera cronológica, los hechos que Simón Vargas desconoce y que nos llevaron a instalar un plantón que cumple ya 97 días.

1. El 25 de septiembre de 2018, Antorcha suspendió la marcha que al día siguiente realizaría con 40 mil antorchistas. La razón por la que no realizamos la movilización fue porque el mismo secretario general de gobierno se comprometió a resolver y, como nosotros no hacemos marchas por gusto o por encargo, suspendimos la movilización.

2. Poco tiempo después, el 2 de octubre de 2018, el Comité Estatal antorchista, encabezado por la profesora Guadalupe Orona Urías, se reunió con el Gobernador. En esta audiencia, Fayad dijo que en 10 días haría una propuesta de solución, pero ni cumplió con presentar la propuesta.

3. El 30 de enero de 2019 Antorcha ingresó un nuevo pliego petitorio con las mismas necesidades. Nunca hubo respuestas, con ello se viola el derecho de petición y respuesta que debe otorgar la dependencia demandante.

4. El 10 de abril de 2019, Antorcha realizaría una marcha de 40 mil hidalguenses para denunciar la actitud negativa y discriminatoria del actual gobernador, pero en lugar de resolver, Fayad decidió reprimir a la población: ordenó que la policía estatal interceptara los camiones en los que indígenas de la Huasteca se trasladaban a  Pachuca. En su irracionalidad, el gobernador Fayad provocó que un camión cayera en una barranca; el total de los pasajeros resultó lesionado. No obstante, dando muestras de valentía, los antorchistas caminaron hacia la capital hidalguense desde los puntos donde habían sido detenidos los autobuses.

5. Por último, el 30 de mayo del presente, el Comité Estatal antorchista acudió con el secretario particular del gobernador, Alejandro Enciso Arellano, para buscar una nueva audiencia con el Mandatario Estatal. Enciso se comprometió a contactar a la dirigencia antorchista, pero esta es la hora que no lo ha hecho.

¿Por qué Simón Vargas miente descaradamente al decir que desconoce las demandas de los antorchistas hidalguenses? Porque sabe que sus amigos de los medios de comunicación así lo publicarán y, con ello, se quitará de encima a la opinión pública.

Como queda demostrado, a los funcionarios del gobierno de Hidalgo, y a su propio Gobernador, no les interesa que sus gobernados salgan adelante. Pero no solo eso, ahora también quieren desvirtuar la lucha de los antorchistas hidalguenses; creen que así la gente nos va a rechazar, pero ocurre todo lo contrario: las filas del antorchista crecen día a día debido a que cada día la gente es más pobre y a que cada día siente más la insensibilidad y prepotencia de sus gobernantes, a quienes más pronto que tarde arrojarán al basurero de la historia.

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