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La masacre estudiantil que no se olvida

Guerrero.- A 51 años de la masacre de estudiantes el 2 de octubre de 1968, México no olvida la represión del gobiern de Gustavo Diaz Ordaz contra el movimiento estudiantil y social en el que participaron alumnos de la UNAM, IPN, profesores, amas de casas, obreros y profesionitas, en la Ciudad de México.

Este crimen de Estado fue cometido en la plaza de las tres culturas de Tlatelolco por el grupo paramilitar denominado "Batallón Olímpia, por la Dirección Federal de Seguridad, la entonces policía secreta y el Ejército Mexicano, bajo las órdenes de Diaz Ordaz, y del Secretario de Gobernación, Luis Echeverría Álvarez.

La tardé del 2 de octubre de 1968, un día después de la salida del Ejército del campus de la UNAM, miles de protestantes se reunieron en la plaza de las tres culturas en Tlatelolco, mientras que el Ejército vigilaba como en todas las manifestaciones, bajo las órdenes del gobierno, para para imponer temor y superioridad, con el pretexto que no hubiera disturbios.

Un grupo de choque del gobierno reconocido como "Batallón Olímpia", cuyos integrantes iban vestidos de civiles con un pañuelo o guante blanco en la mano izquierda, se infiltraron en la manifestación hasta llegar al tercer piso del edificio Chihuahua donde se encontraban los operadores del movimiento y varios periodistas.

Cerca de las 17:55 hrs, dos bengalas rojas fueron disparadas desde la torre de Tlatelolco.  A las 18:10 hrs, sobrevoló la plaza un helicóptero del cual dispararon bengalas, la primera verde y la segunda roja, presumiblemente como señal para los francotiradores del "batallón Olímpia," apostados en los edificios chihuahua.

Militares que resguardaba el lugar hacían creer que los estudiantes eran los agresores mediante los grupos de choque y que ellos en su intento de defenderse, repelieron la supuesta agresión de los estudiantes, pero ante la confusión los disparos no fueron dirigidos contra los huelguistas, sino hacía la multitud de manifestantes que se encontraban en la plaza de Tlatelolco.

Muchos de los manifestantes que lograron escapar de las balas se escondieron en algunos de los departamentos de los edificios aledaños, pero esto no detuvo al Ejército, y fueron a calzarlos a los departamentos.

Horas después la zona estaba llena de cadáveres y personas heridas, las calles estaban convertidas en pequeños arrollos de sangre.

Los estudiante fueron llevados a culatazos al edificio chihuahua, donde fueron desalojados de sus ropas y golpeados.

Los periodistas fueron registrados y les confiscaron sus rollos usados  y  para que no hubiera algún registro o evidencia de la brutal masacre cometida por el ejército bajo la orden del gobierno en turno.

La plaza fue limpiada por el Cuerpo de Bomberos y la tropa de soldados se mantuvo ahí hasta el 9 de octubre.

Los detenidos, por su parte, fueron enviados a distintas cárceles de la Ciudad de México, los cabecillas fueron enviados a la penitenciaria o al Palacio Negro de Lecumberri así como al campo militar No.1.

El gobierno manifestó en 1968 sólo 20 muertos, pero tres años más tarde la escritora Elena Poniatowska, en su libro " La noche de Tlatelolco" publicó la entrevista de una madre que buscó entre los cadáveres a su hijo y reveló que por lo menos se le fue posible contar 65 cadáveres en un sólo lugar.

El periodista inglés John Rodda, en sus investigaciones independientes, cálculo que el saldo fue de 325 personas asesinadas.

De acuerdo a Paco Ignacio Taibo II, quien en 1993 encabezó una comisión de la verdad sobre estos sucesos, fueron disparados 15 mil proyectiles y hubo 300 muertos además de 700 heridos y 5000 estudiantes detenidos.







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