Las mujeres se abren espacios en Acapulco, un puerto feminicida

Acapulco, Gro., 09 de marzo de 2020.- "Estos ojos son míos, este cuerpo es mío, está vida es mía, ni tus golpes ni tus palabra me lastiman", sonaba la voz de la guatemalteca Rebeca Lane en una pequeña bocina, mientras las mujeres se agrupaban para escribir, dibujar, relatar, hablar, protestar.

El pasillo del zócalo del puerto de Acapulco, que ha sido decorado por el gobierno municipal en festividades como la temporada decembrina y el 14 de febrero, este domingo se llenó de cartulinas con mensajes de amor para sus hermanas, se leían semblanzas de mujeres luchadoras que las han inspirado: Leona Vicario, Marcela Lagarde, Josefa Ortiz, Irinea Buendía, Rosario Castellanos, María Salguero, Elvia Carrillo y Rosa María Lagunas.

Pero también de las mujeres, jóvenes, madres, trabajadoras y estudiantes que han sido asesinadas por sus parejas como fue el caso de Hannia, la adolescente asesinada en su casa el pasado 20 de febrero en el puerto o de la nutrióloga, Magdalena Aguilar Romero descuartizada y cocinada por su expareja en 2018 en Taxco de Alarcón.

El pasillo de lucha y de arrebato realizado este 8 de marzo por la red femenista "Acapulco Violeta", fue un espacio para que las mujeres de distintas edades dialogaran, intercambiaran ideas y alzaran la voz.

En los pilares colgaron lonas, carteles y cartulinas en las que las mujeres expresaron sus experiencias, ideas y convicciones y del como se iniciaron en el movimiento feminista.  "Yo sí te creo", "por un Acapulco donde cada mujer regrese sana y salva a casa",  "¡Detente, te gustaría que se lo hicieran a tu hija!", "Hoy no están todas nuestras voces juntas porque desde la tumba no se puede gritar", "un padre machista me hizo feminista", "Escuela Hipócrates encubriendo acodadores" y "A palabras machistas oídos violetas".

En otro pilar, las mujeres fueron llenando un papel bond de lo que serían sus aportaciones al movimiento feminista: amistad, sinceridad, acompañamiento, participación, energía, trabajo, información, tiempo y amor.

Alcanzadas por el calor del puerto, las mujeres colgaron en el pasillo una lona para reprochar que Acapulco es un "puerto feminicida" y realizaron los performances "revolución feminista y "mi muñeca me habló".