Orden y paz, ¿Y las mujeres?

Por Ignacio Hernández Meneses

Guerrero en llamas. La violencia contra las mujeres no cesa. El pasado domingo 2 de agosto una mujer fue asesinada a golpes en el panteón municipal de Chilapa, a donde acudió con su esposo –que está gravemente herido-, a visitar las tumbas de sus familiares. Tomasa fue golpeada por personas desconocidas que llegaron y atacaron directamente a la señora a quien golpearon hasta matarla.

A pesar de los llamados a los números de auxilio inmediato, la policía llegó hasta este lunes, aproximadamente a las ocho de la mañana.

  Una investigación reciente realzada por Amapola Periodismo, documenta que en febrero pasado repuntaron los casos de posibles delitos de feminicidio. Hubo más mujeres asesinadas que en enero. De acuerdo al recuento, que con el caso de Jacqueline, hubo un registro de 12 mujeres asesinadas de entre 15 a 58 años de edad.

En Coyuca de Benítez el caso de Jaqueline no fue el único. Cinco días después fue hallado el cadáver de Norma, con 15 puñaladas, de aproximadamente 30 años, en Bajos del Ejido.

El primer caso que se registró el 2 de febrero, Águeda de 58 años de edad, asesinada a tiros en Punta Maldonado, Cuajinicuilapa; el 4 de febrero fue hallada asesinada con el cuerpo en partes, una mujer en Atetetla, Huitzuco, junto a un hombre en las mismas condiciones.

El 9 de febrero una adolescente fue asesinada a tiros junto a su hermano de 13 años de edad en Cocula, Norte; el 12 de febrero hubo otro presunto feminicidio en Acapulco; cinco días después el cádaver de Alma, de 35 años, fue localizado, según reportes policiacos su esposo la desapareció, luego la estranguló y abandonó su cuerpo.

El 20 de febrero, una mujer de unos 30 años fue asesinada con golpes en la cara en Ciudad Altamirano, Tierra Caliente. Ese mismo día, pero en Tlalixtaquilla, región de la Montaña una mujer de nombre Fidela fue encontrada asesinada a balazos. Otra adolescente de 16 años de edad fue estrangulada en Acapulco.

Algunas asesinadas son adolescentes otras mayores de cuarenta años. En dos casos las víctimas fueron asesinadas con sus parejas, como el caso del 25 de febrero, Blanca Alicia de 53 años encontrada muerta junto a su esposo en Iguala, Norte, a balazos. El 29 de febrero –en un asalto– fue asesinada Marisol por disparos de arma de fuego, otra menor de edad de 15 años, en El Caracol, municipio de José Joaquín de Herrera, zona Centro.

Otra joven de 17 años fue asesinada a balazos en el tórax, en Apipiculco, municipio de Cocula, zona Norte del estado. Desde la Dirección para Promoción, Protección y Defensa de los Derechos Humanos de las Mujeres –que atiende y da seguimiento a la Alerta de Violencia de Género (AVG)– reconocía que había mucho trabajo por hacer "para eliminar de raíz la violencia de género en el estado".

La presidenta de la Asociación Contra la Violencia hacia las Mujeres, Marina Reyna Aguilar, denunció que el fenómeno del feminicidio está instalado, y que las acciones de la AVG son insuficientes para revertir los indicadores.

En este contexto, el gobierno de Héctor Astudillo Flores, que nos prometió orden y paz, seguimos esperando en Guerrero, de igual forma prometió "trabajar en disminuir los índices de violencia por razones de género", a través de la prevención y sensibilización en la población de la gravedad del problema, así como capacitar en nuevas masculinidades a los hombres generadores de violencia, asignatura que también sigue pendiente, mientras el aparato de justicia sigue durmiendo en sus laureles festejando en sus boletines que han disminuido los actos delictivos, los atentados contra las mujeres, pero en las calles la vida real, desafortunadamente es otra.