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La violencia de género que mata al amor propio



Por: Rosalba Ramírez Hernández

Fotografía: Centro de derechos humanos Tlachinollan

"Si no vas a ser para mí, no vas a ser para nadie". Es la frase constante en el ciclo de violencia que vivió Xóchilt "N", víctima de violencia de género provocada por su ex pareja. Xóhilt sufrió violencia psicológica hasta golpes que le provocaron un aborto y quemaduras de segundo grado en brazos, espalda y cuello tras recibir un balde de agua caliente.

Originaria de la comunidad de Chiepetepec, municipio de Tlapa de Comonfort, en la región de la Montaña del estado de Guerrero, desde el interior de su hogar sencillo, relata la relación tortuosa que sostuvo con el hombre del que prefiere dejar en anonimato pues, pese a la denuncia por agresión física interpuesta en el Ministerio Público de ese municipio, la abogada le ha dicho que el proceso de investigación es lento, como lenta es la justicia.

Se conocieron en 2018 cuando Xóchilt tenía 20 años. Ambos son originarios de la misma comunidad, desde donde decide salir para estudiar odontología. Su pareja le pidió apoyo económico para hacer lo mismo y ella no puso reparo. Fue así que comenzaron a vivir juntos en un cuarto en la ciudad de Chilpancingo, mientras ella estudiaba, él alternaba entre la escuela y el trabajo. El suegro de Xóchitl le dio a su hijo trabajo, primero, de repartidor de gas a través del contacto con un amigo, después, lo contrató en su propio negocio de venta de pollos cocidos a la leña y finalmente, le compró un Volkswagen que convirtió en taxi.

Las primeras agresiones que sufrió Xóchilt se dieron durante los primeros meses de su primer embarazo del que ella no estaba enterada. Le decía que se veía más gorda, más descuidada en su físico. La violencia cambió de verbal a física y una noche después de recibir patadas en el abdomen tuvo que acudir acompañada de su madre al Hospital General de Tlapa por sangrado vaginal. Los doctores le informaron que acababa de sufrir un aborto.

Sin embargo y pese a las múltiples insistencias de su madre porque dejara a su pareja, Xóchitl decide intentar vivir de nuevo en pareja pero la violencia no cesa, por el contrario, toma más presencia y se vuelve la rutina de su vida. Después de un año, ocho meses de relación y a tres meses de su segundo embarazo, la madre de Xóchilt busca protegerla mandándola a vivir a una comunidad en la región de la Costa Grande, pero después de que nace su hijo se ve en la necesidad de regresar para pedir ayuda en el cuidado de su primogénito.

Cuando regresó a la comunidad de Chiepetepec, su ex pareja la espiaba. Le pedía ver a su hijo y ella no se lo negaba; sin embargo, insistía en regresar a su relación pero ella ya no quería por eso fue que le pidió que ya no se vieran más.  En medio de sus acechanzas, este llegó a entrar a la casa de Xóchilt durante la madrugada, lleno de sangre, le pidió ayuda porque acababa de volcarse junto con un pasajero en el taxi que manejaba, le había contado. 

Recuerda que su ex pareja le dijo: "Creo que maté al pasajero, no estoy seguro, se quedó en el asiento". Estaba alcoholizado. Xóchilt solo pudo pedirle que se fuera de su casa, temblaba de miedo.

A tan solo meses de ese encuentro ambos se cruzan en el camino, le hablaba porque quería ver al niño, según le decía. "No se lo negaba porque es su hijo, pero nunca pensé que iba a hacer lo que me vino a hacer, a quemarme con agua hirviendo. Cuando vino a hablar conmigo estaba lavando los trastes, de repente escuché que gritó mi hermana mi nombre, y cuando regresé a ver tenía la cubeta de agua caliente casi encima".

Logró esquivarla evitando una quemadura total de su espalda y rostro. Los vecinos vieron como aquel hombre subía al Volkswagen para escapar a toda prisa. Como resultado de la agresión, sus senos se quemaron, a su hijo no lo pudo alimentar con leche materna, por lo que tuvo que sustituirlo por leche en polvo durante los primeros meses de nacido.

Los vecinos que acuden a su casa preguntan con curiosidad mórbida el por qué no lo demandaron ni hicieron nada para proceder en su contra a lo que ella responde: "Si lo demandamos, pero dice la licenciada que todo tiene un proceso y que no solo se trata de agarrarlo y ya, pero él anda ahí riéndose en los bailes con sus amigas como si nada por eso me da miedo que me venga a hacer algo. Pido justicia y sea detenido, no quiero dinero".

En México, de acuerdo a cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública en su informe sobre violencia contra las mujeres, de enero a agosto de 2020 se registraron 626 feminicidios, de los cuales 10 feminicidios ocurrieron en el estado de Guerrero. Además, se registraron mil 906 homicidios dolosos de mujeres en el país y 91 en esta entidad. Respecto a los casos de violencia familiar a nivel nacional se registraron 143 mil 784, de los cuales mil 925 ocurrieron en Guerrero.

El Centro de derechos humanos de la Montaña Tlachinollan documentó en 2020 19 casos de muertes violentas de mujeres, registró 14 casos de agresiones sexuales y 3 casos de desaparición de mujeres en los municipios de Cochoapa El Grande y Zapotitlán Tablas y 7 casos de feminicidios.

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