Reos denuncian maltratos en Cereso de Tlapa
Por Nicasio de Jesús Chepe
Tlapa, Guerrrero; 18 de febrero de 2022.- Internos del Centro de Reinserción Social (CERESO) de la comunidad de Atlamajac, en el municipio de Tlapa, denunciaron que sufren maltratos porque han sido golpeados por pandilleros que tienen el permiso de los directivos, así como exceso y abuso de poder.
La inconformidad llegó a través de las familias de los internos, quienes aseguraron que en su mayoría son personas de escasos recursos, que no pueden pagar abogados particulares, por lo que confían en los abogados de oficio que el gobierno del estado paga del presupuesto de los guerrerenses.
Las familias relataron que se cuenta con los servicios de dos abogados pero que solo saben de su existencia cuando mandan a pedir la firma de los reos que dicen asistir a sus servicios para efectos de cobros de sus salarios. Denunciaron que los dos abogados de oficio, piden dinero para que supuestamente avancen sus casos, pero en la realidad, muchos reos se han quedado por años internos sin ser resueltos sus casos pese a que las condenas son menores.
Desde el juzgado, las familias dijeron que les piden de 50 mil hasta 200 mil pesos, para que puedan ser liberados, porque ante la falta de dinero, les dictan sentencias exageradas para que no puedan salir pronto.
Dijeron que de manera constante acude personal de Derechos Humanos del Estado, delegación de Tlapa, y se presentan ante los presos, siempre acompañados por un policía estatal de guardia, mismos que son enviados por el Director del CERESO Mario Alfredo Flores. Este, según la denuncia, les ha advertido que si manifiestan sus quejas, serán castigados por las pandillas internas que están a favor de los directivos, y que muchos han sido golpeados, por lo que ya no quieren denunciar ante los representantes de Derechos Humanos.
También denunciaron que los directivos del CERESO, siempre se quejan que no les alcanza el presupuesto para destinar para una buena comida, ya que constante les sirven caldo de hueso de res, sin nada de carne.
Otra inconformidad es que de manera constante son obligados a cooperar para que se repare la instalación eléctrica, ya que siempre compran interruptores y fusibles de muy baja calidad, ya que los internos utilizan mucha luz en el taller de carpintería y cuando calientan sus tortillas.
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