Header Ads

Camino como si tuviese mil ancestras sosteniéndome





Por: Marisol Cuevas Serrano

Porque en muchas ocasiones han sido silenciadas; porque por razones que aún a día de hoy persisten y no llegamos a comprender siguen siendo ninguneadas frente al sexo masculino. Esto lo escuchaba tantas veces y no comprendía como alguien podía silenciar la violencia. Creía que no era posible. Hasta que me pasó, callé como muchas, tuve miedo de ser juzgada y tener una cacería por cuestionarme, por no poder defenderme a mí misma.  

Fue ahí cuando aterricé, cuando me cuestioné por no acatar mis propios protocolos, de qué sirve ver las fotos de esa noche violenta, estar tronada en el alma, manchada por fuera, cubierta de miedo y rabia. Mi templo que edifique desde niña idealizándome llevar grandes ornamentos como escudo, la tiara de la grande sacerdotisa estaba teñida de ese rojo, de ese rojo que estalló al primer golpe, ese rojo que es vida y a la vez da miedo verlo correr, por estar herida miré mis manos que sostienen las siete esencias, mi cuerpo reaccionó aterrado con esa tenue luz ámbar que me enamoraba antes de lo sucedido.

Me miré forcejeando sin saber porqué. Me susurré varias veces preguntándome a mí ¿por qué?, tratando de darme una respuesta cuando la violencia es inculta.  

Te miré caminar en esa casa de los enormes suspiros en círculo culpándome de lo ocurrido. La niña oculta y aterrada dentro de mi gritó fuerte, no me importaba quien escuchara, quería un apoyo de auxilio.

Tú lo derribaste todo en la batalla que día a día edificaba para construir un nosotros, tu ceguera enmascarada de tirano con su suave voz se acurruco en mi cuerpo diciéndome, "tranquila, tu eres el amor de mi vida", tu voz era un rugir como el de una tormenta, truenas y sigues tronando y resoplas con vientos malignos culpándome de lo sucedido, cuántas como yo escucharon tantas promesas de amor después de haber sido sometidas.

Tus pies están llenos de inquietud. Me miras y no das crédito ver lo que ha pasado, yo no doy crédito de no haber actuado. Hoy ya lo puedo contar se que es un gran paso, hoy ese amor que declamaste era un canto fúnebre para callar y morir por dentro una noche de Mayo.

Podrás describirme en tu historia con mentiras retorcidas, ¿Te desconcierta mi actuar? Porque camino como si tuviese mil ancestras sosteniéndome, cuidando mis lunas y mis soles que brindan esperanzas al emprender el vuelo, a pesar de todo, me levanto. ¿Querrías verme destruida? Lo lograste. Tus ojos miraban como muñeca rota mi mano por tu brutal fuerza, hoy una cicatriz queda, un recuerdo retorcido y una deuda conmigo que ponto tengo que saldar. Estoy en un proceso, es válido fracasar sé que no soy perfecta pero sé que no volverá a pasar.




No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.