Colonia Morelos accede a enseres entre gritos y discusiones

Por: Rosalba Ramírez 

Acapulco, Guerrero., 09 de enero de 2024. - El reparto de los enseres que el gobierno federal donó a ciudadanos damnificados por el huracán Otis continúa en el puerto de Acapulco abarcando más colonias de la ciudad conforme pasan las semanas. El pasado viernes 05 de enero llegó a la Unidad Deportiva de Acapulco (UDA) para ser entregados a la colonia Morelos, causando discusiones y malos ratos que se olvidaron una vez que los habitantes vieron en sus manos su colchón, refrigerador, estufa, licuadora, ventilador y sartenes. 

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), anunció el jueves por la tarde que la colonia Morelos recibiría por primera vez sus enseres el viernes; sin embargo, algunos habitantes decidieron formarse desde la noche del jueves y dormir, incluso cuando el Ejército les dijo que no era necesario. 

Ahí comenzó la venta de espacios hasta por mil 500 pesos para que otras personas se metieran a la mañana siguiente sin hacer fila afuera de la Unidad Deportiva de Acapulco (UDA). Algunas personas se hicieron de dos a tres noches durmiendo ahí ya sea apartando lugares para venderlos o por deseo propio para acceder al apoyo. Otro conflicto que causó que la fila se extendiera por varias cuadras fue las listas amañandas que líderes de colonias escribieron antes de llegar a la sede. 

Durante este tiempo, algunos habitantes de la colonia Progreso rentaron sus baños, vendieron comida, agua y refrescos (caros), cobraron hasta por conectar y recargar teléfonos aún y cuando la luz que proporciona la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es gratuita como una forma de apoyo a los habitantes. Toda la basura entre platos y vasos de plástico, las envolturas de comida chatarra y demás desechos se fueron acumulando en las esquinas, por eso el sábado por la mañana algunos vecinos de la Progreso amagaron con bloquear la calle si los ciudadanos de la Morelos seguían ensuciando, eso los obligó a comprar bolsas negras y grandes para llenarlas con los desechos que quedaron ahí mismo. 

El sábado por la noche una mujer que acudió sola a la sede de entrega entró a la unidad deportiva que aún no cuenta con postes de luz desde que ocurrió el desastre natural, contrató una camioneta de mudanza y una vez que todos sus enseres estuvieron arriba el chófer se arrancó con ellos dejando a la mujer llorando. También se generaron y esparcieron rumores sin confirmar como el hecho de que un vehículo atropelló a otra mujer sin que recibiera ayuda médica. 

El domingo por la mañana, muchos vecinos cansados de esperar - aún cuando fue bajo su responsabilidad y decisión-, se hicieron de palabras y discutieron con vecinos de otras colonias que eran rezagados como la Constituyentes que formaron una segunda fila con la idea de que ellos ya habían ido días antes. 

Entre el diálogo con mandos militares se concluyó darle prioridad a la colonia Morelos que había formado la fila principal y única, otorgando 250 enseres a esta colonia y 150 a los habitantes de Constituyentes. 

En el calor del desespero, también se discutió con personal del Ejército y los militares cansados y agotados por el sol también respondieron agresivamente, cerraron el domingo por la noche la reja declarando que ya no repartirían más enseres porque se habían terminado, y el lunes por la mañana también se generó un conato de violencia que iniciaron un grupo de hombres bajo los efectos del alcohol que también provocó el cierre momentáneo de la puerta. 

Una vez que el beneficiario del programa ingresó a la unidad deportiva, los militares toman otra postura, incluso, hasta se disculpan por el comportamiento reacio en el exterior y el trato es distinto, cordial y amble con una sonrisa. Te informan que tienes hasta media hora para retirar tus enseres al menos en esa sede siempre y cuando no estorben a los demás beneficiarios, te colocan en una carpa para resguardar te del sol y te regalan una botella de agua.

La solidaridad también se asomó entre algunos vecinos que se ayudaron a retirar los enseres de la unidad deportiva y se organizaron para no permitir que otros vecinos se colaran sin formarse. Los rostros lucieron distintos, alegres y agredecidos una vez que salen con sus enseres en mano.