Header Ads

Niños indígenas festejan su día trabajando junto a mamá


Por: Poleht Rodríguez

Chilpancingo, Guerrero., 30 de abril de 2024. - Muy temprano, Litzin y Edwin con tan solo 9 años, viajan dos horas desde Jalapa, perteneciente al municipio de Quechultenango para acompañar a su madre Ana a vender productos que ella y su esposo elaboran.

De origen indígena, Ana, de 34 años de edad, viaja a la ciudad guerrerense junto a sus dos hijos que se encuentran en cuarto año de primaria y compañero de vida, para comercializar mercancía local debido a la falta de empleo en su comunidad.

Desde hace 10 años, se traslada un día a la semana desde Jalapa, Quechultenando, municipio de la Región Centro, hasta un pasillo del primer cuadro de la capital, justo entre la catedral Santa María de la Asunción y el Museo Regional de Guerrero.

Mientras Ana ofrece los productos derivados de la madre naturaleza, Litzin y Edwin, juegan con una pelota de plástico color rojo, hasta las 8 de la noche, cuando tienen la madre indígena debe de apresurarse para regresar a la comunidad.

Las actividades comienzan para la madre a temprana hora para alistar a los infantes, y llevarlos con ella a la venta de productos que ellos mismos procesan para el sustento de los integrantes de la familia “Me da tristeza despertarlos, no los quiero levantar temprano, pero me los traigo porque no hay quien los cuida”, comenta Ana.

Cuando llega al punto de venta, instala un pequeño retazo de tela para exponer Palo de Brasil, de tres costillas, jabón de cacahuananche, cuyos costos van desde 25 hasta 100 pesos la bolsita 

La mujer indígena, da inicio a la jornada laboral a las 9 de la mañana y culmina a las 8 de la noche, cuando comienzan a guardar los productos que ofrecen a personas que transitan por la zona, porque tiene que regresar a su comunidad que queda a dos horas de distancia.

“Tenemos que venir a trabajar para darle algo a nuestros hijos porque en nuestro pueblo no hay trabajo”, replica la madre de 34 años de edad, quien explica que, sus pequeños hijos terminan agotados por acompañarla durante casi 12 horas de trabajo.

Los pequeños Litzin y Edwin con tan solo 9 años, son beneficiarios del programa “Becas Benito Juárez”, único apoyo por parte del gobierno federal que reciben y va destinado para comprar uniforme y material escolar, explica Ana.

Pero Ana no es la única mujer de su comunidad que tiene que buscar oportunidades fuera de su lugar de origen, hay varias madres que se trasladan para vender productos artesanales con insumos que la misma naturaleza les ofrece.

Por las carencias en Jalapa, pide a los tres órdenes de gobierno “Que nos lleven despensa, algún otro apoyo o fuente de trabajo para la comunidad”.

Recuerda que la abuela materna es quien le enseñó a elaborar los productos que hoy día comercializan para el sustento, y que, por falta de empleo en su comunidad, junto a sus pesos e hijos, viajan hasta Chilpancingo para sacar adelante a los integrantes de la familia.

Al igual que Ana, cientos de familias de origen indígena se ve forzados a buscar oportunidades de trabajo fuera su lugar de origen para mejorar la calidad de vida y situación económica.


No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.