Desalojan a familias indígenas de Metlatónoc en el nombre del progreso

 Acapulco, Guerrero., 17 de octubre de 2025. - El centro de derechos humanos de la Montaña Tlachinollan denunció que el pasado lunes 13 de octubre, el comisariado de los bienes comunales de San Juan Huexoapa, municipio de Metlatónoc, con el apoyo de cien habitantes de la localidad desalojaron a seis familias, integradas por 20 personas, entre niños y niñas, con el pretexto de ampliar la escuela telebachillerato de la comunidad Na Savi. 

A través de un pronunciamiento, el centro de derechos explicó que por las familias afectadas, hablaron un padre y un abuelo -con identidad reservada-, con el comisariado a quien le pidieron que ambas partes se arreglaran conforme a la ley, pero sin mediar palabras lo detuvieron y los encarcelaron.

De acuerdo con su historia de vida, las familias que trabajan en la siembra de maíz, frijol y calabaza, tomaron una parte de un terreno baldío en la comunidad de San Juan Huexoapa desde 2006, que luego se convirtieron en cuatro casas: dos de adobe y techos de lámina de asbesto, mientras dos más de madera. Después pudieron obtener el acta de posesión por las autoridades agrarias.

Diez años después, el abuelo donó una parte del terreno para la creación de la escuela telebachillerato, pero con la designación de nuevas autoridades agrarias y el comisario municipal los llevó a recibir hostigamiento para que desalojaran sus viviendas porque donde estaban viviendo era el solar de la escuela.

El lunes 13 de octubre, a las 5 de la mañana las familias se levantaron y desde el patio se percataron que estaban rodeados por cien personas de la comunidad para desterrarlos.

“Vamos a platicar bien y hacer las cosas de manera legal”, les dijo el abuelo de la familia. 

El comisariado le respondió: “contigo ya no vamos hablar. Deténganlo y enciérrenlo para que se calle”. 

Eso sucedió mientras las familias sacaban sus pertenencias, quitaron láminas y destruyeron las casas de adobe y de madera con pico, barretas y machetes en mano y sus pertenencias quedaron en la calle. Una máquina retroexcavadora terminó de derrubar todo vestigio de la viviendas. 

El abuelo fue obligado a firmar un acta de acuerdo para no denunciar las violaciones a sus derechos por parte de las autoridades de San Juan Huexoapa.