Feminicidios indígenas invisibles en las estadísticas: Tarcilia Rivera Zea

Por: Rosalba Ramírez Hernández

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Acapulco, Gro., 02 de marzo de 2020.- La activista por los derechos de las mujeres indígenas, Tarcila Rivera Zea​ pidió a las autoridades ver los feminicidios como un problema de salud pública y así combatir las causas que se propician desde los distintos núcleos sociales.

La feminista peruana dio una plática este lunes en el puerto de Acapulco como parte de la Jornada de la Igualdad por Mujeres y Hombres en el marco del Día Internacional de la Mujer este 8 de marzo. Entrevistada al término, consideró que las mujeres que son asesinadas, desaparecidas o agredidas, la mayor parte son de zonas populares y de extracción indígena y que no son visibles en las estadísticas.

En las comunidades y barrios son mujeres indígenas que han venido a las ciudades pensando obtener mejores oportunidades y se encuentran muchas veces con "espacios no amigables. Las mujeres indígenas todavía estamos invisibles" en las estadísticas, programas sociales, en las oportunidades que se otorgan, y en los presupuestos para la atención de las mujeres.

Pidió a la sociedad cuestionarse qué conflictos y desequilibrios hay en las familias por las carencias, por la pobreza extrema, por el racismo y exclusión; mirar lo cotidiano y lo estructural y exigir a las autoridades atender su obligación de responder. Puso como ejemplo que, en países como Argentina, los indígenas no son contratados como meseros o en puestos en los que sean visibles por lo que muchas veces desarrollan frustración, odio y auto desprecio.

Un ejemplo de la falta de oportunidades, se dio a conocer al mediodía de ayer, cuando medios nacionales informaron que los cuerpos sin vida de tres mujeres indígenas originarias del estado de Oaxaca fueron repatriadas el pasado 01 de marzo, luego de intentar cruzar la frontera el pasado diez de febrero en busca de mejores condiciones de vida en los Estados Unidos. Sobre la falta de pertenencia, Rivera Zea dijo que es indispensable que se tenga un espacio específico dentro de los mecanismos para la atención de las mujeres de cada país con presupuestos y programas concretos para que los gobiernos asuman la responsabilidad, pero también pidió que​ ​​ la sociedad civil ejerza su derecho de dialogar y proponer.

Recalcó que es un dolor que lastima a mujeres pero también a hombres. "Deberíamos tener una fuerza común para que las autoridades respondan con convicción, no solo mandando las policías porque eso no resuelve nada, qué pasa en la sociedad, en la familia, con las parejas, con nosotras mismas".

Sobre el octavo Encuentro Continental de Mujeres Indígenas llevado a cabo del 26 al 29 de febrero del presente año en la Ciudad de México, la también​ presidenta de "Chiarapaq Centro de Culturas Indígenas del Perú" dijo que las mujeres concluyeron​ y acordaron que se necesita unir fuerzas como redes continentales para visibilizar el papel de la mujer indígena en el mundo.

La experta del Foro Permanente de las Naciones Unidas,​ fue elegida por unanimidad durante el octavo encuentro como coordinadora continental de mujeres que reúne a las tres Américas en donde también construyeron​ una agenda en espacios estratégicos de la Organización de las Naciones Unidas, pues este 2020 se revisará el cumplimiento de la Plataforma de Acción de Beijing +25, que es la hoja de ruta para alcanzar la igualdad de género en todos los gobiernos.

Durante el encuentro realizado en la sala de cabildo del municipio de Acapulco, y al que asistieron mujeres indígenas, la integrante del Consejo de Administración del Fondo de Contribuciones Voluntarias para los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas abordó el tráfico inmoderado de la tala de árboles y lamentó que los indígenas ante escenarios precarios, vendan arboles con cien años de longevidad por diez dólares.

Dijo que las mujeres indígenas tienen doble trabajo, el primero, convencer a la familia y al círculo cercano para que se les permita defender los derechos propios y de los demás, el descubrimiento de sus aportaciones en el feminismo y en la lucha colectiva e individual. "Las mujeres indígenas no sabemos dónde y cómo quejarnos".

Finalmente pidió crear oportunidades educativas y de formación universitaria para que las y los indígenas tengan las posibilidades de competir en el mercado laboral.