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Acapulco pide ayuda humanitaria por ser epicentro de sismo

Por: Rosalba Ramírez Hernández

Acapulco, Guerrero; 09 de septiembre de 2021.- A las 08:47 del martes 7 de septiembre se registró un sismo de magnitud 7.1 con epicentro en el puerto de Acapulco. Fue percibido muy fuerte en las regiones Costa Grande, Costa Chica, Centro, Norte, Montaña y Tierra Caliente, del estado de Guerrero.

Inmediatamente el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador emitió un vídeo para informar que no hubo daños graves, al menos hasta ese momento.

"Afortunadamente no hay daños mayores. Piedras, caídas de bardas, lo mismo en Morelos, Oaxaca, Puebla, ciudad de México no hay daños graves. Han hecho una revisión en zonas militares y ese es el reporte, afortunadamente no hay daños graves. Hablé con el gobernador de Guerrero y ese es el reporte. No tenemos hasta ahora información de perdidas humanas", dijo en la vídeo grabación.

Sin embargo a cuatro días del movimiento telúrico se han contabilizado 2 mil 73 construcciones dañadas en el estado, entre viviendas, establecimientos comerciales, hospitales, iglesias, hoteles y oficinas del gobierno.

A esta cifra se suman 115 personas refugiadas en albergues, 63 derrumbes carreteros, 56 fugas de gas, 12 bardas colapsadas, según información de la Secretaría de Protección Civil estatal hasta el momento.

El miércoles 08 de septiembre los acapulqueños coincidieron en una idea: "Ayuda para Acapulco que fue el epicentro del terremoto. Están minimizando el daño. Mucha gente necesita ayuda, no tenemos agua, luz o internet".

Otro idea recurrente fue "en las noticias solo sale 'sismo en la Ciudad de México', ¿Por qué? Mientras tanto en Acapulco una noche más sin poder dormir, todos los vecinos y conocidos esta noche volveremos a dormir afuera de nuestras casas,  por qué aún seguimos con las réplicas".

Para el día jueves 09 de septiembre, el gobernador Héctor Astudillo Flores hizo público que Guerrero también presentaba daños considerables por el sismo de 7.1 grados, por lo que llamó al Gobierno de México a tomar en cuenta el estado en la atención de la emergencia. De manera formal fue realizada la declaratoria de emergencia en Guerrero, a más de 48 horas de el sismo ocurrido.

"No hemos terminado de hacer el cálculo de las afectaciones, nos siguen llegando reportes de diversos municipios", advirtió el gobernador.

El gobernador dijo que pidió ayuda a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, al Colegio de Ingenieros Arquitectos, a la Coordinación Estatal de Directores Responsables de Obra, para que dictaminaran los daños en edificios, condominios, casas, e inmuebles.

Afectaciones en zona rural

El daño no solo fue hecho a la ciudad sino en la parte rural del puerto. En la comunidad de Las Tortolitas, además de daños materiales cobró la vida de una mujer de la tercera edad y un hombre perdió la vida en la comunidad Los Mogotes, de Coyuca de Benítez, al caerle un poste de luz encima.

En comunidades como Dos Arroyos, Los Huajes, San José, Las Joyas, Las Tortolitas, La Calera, Las Marías y Xaltianguis quedaron casas cuarteadas.

"Varias casitas se dañaron. No ha venido ninguna autoridad ni el comisario, ni la alcaldesa, Adela Román Ocampo. Pareciera que en Acapulco no pasó nada. Lamentablemente pasó de golpe. Entramos en pánico, no reaccionamos, pensé que ahí me quedaría. Ni el gobierno federal, estatal y municipio se ha preocupado por las comunidades. Acapulco no solo es la ciudad sino las comunidades y los pueblos", relató Angélica Olea habitante de la localidad de Sabanilla.

Pobladores de El Playón, en la zona rural del municipio, se manifestaron en la carretera federal Acapulco-México, la mañana del jueves, para pedir ayuda a las autoridades luego de las afectaciones sufridas en casas de adobe por el terremoto. Grandes rocas dificultan la circulación del transporte público.

Los reportes de los pobladores es que en esta comunidad cercana al Río Papagayo y en los límites con el municipio de Chilpancingo, no hay energía eléctrica ni tampoco red de telefonía.

Tampoco hay seguridad pública para evitar robos o asaltos por las noches cuando el pueblo se queda oscuro completamente.

Los habitantes piden a las autoridades de los tres órdenes de gobierno a atender el problema de las casas, ya que algunas cayeron por completo y otras están parcialmente afectadas. Además, pidieron alimentos porque ante la falta de refrigeración, se ha vuelto complicado mantener la comida.

Asimismo, más de cinco colonias continúan incomunicadas, en el tramo carretero que une el poblado de Carabalí con Villa Guerrero y la colonia Primero de Mayo, donde no se ha restablecido el servicio de energía eléctrica y agua potable. Numerosas casas han sido abandonadas por sus habitantes, ante las afectaciones sufridas por el terremoto.

El representante de colonos del sitio, Abel Vázquez Alcocer, recalcó que ninguna autoridad se ha presentado, por lo que tuvieron que conseguir dinero para contratar maquinaria y retirar las piedras del camino.

Pero en la ciudad también es la misma historia. Habitantes de diferentes colonias, unidades habitacionales están a la espera de que autoridades efectúen el dictamen del estado de sus viviendas.

Un caso particular es el conjunto habitacional Cantaluna que se ubica entre el poblado San Isidro y el Pedregoso. Aquí abundan grietas en paredes a punto de colapsar.

Los habitantes de esta unidad habitacional han contabilizado unas 600 viviendas que presentan cuarteaduras en diagonal, lo cual representa un daño estructural.

Pedregal de Cantaluna es un conjunto habitacional construido por la empresa "Opción Paquimé". Los edificios están construidos dijeron los habitantes, con adobe industrializado, que es una especie de barro sin cocer y muy económico.

La lista de daños va en aumento conforme pasan los días. Habitantes de la unidad habitacional Pablo Galeana, en la colonia Cañada de los Amates, denunciaron que un muro de contención que se encuentra en la base de un edificio de cinco niveles, en el que habitan 10 familias se vino a bajo.

Una de las afectadas, Carmina Adriana Castillo Villa indicó que los edificios en los que habitan principalmente maestros jubilados, tienen 29 años de antigüedad.

Los residentes de la primera etapa de la unidad habitacional Vicente Guerrero 200, a unos minutos del Aeropuerto Internacional de Acapulco, denunciaron que sus edificios se encuentran al borde del colapso, debido a desprendimiento de terrazas y trabes, las autoridades no se han presentado a realizar un dictamen, para determinar si son habitables o no. Debido a ello, la mayoría de sus residentes han optado por mudarse temporalmente a casas de familiares.

El sector empresarial también se vio afectado. El presidente de la Federación de Cámaras de Comercio (Fecanaco) en Guerrero, Alejandro Martínez Sidney, advirtió que el sector empresarial sufrió pérdidas considerables. También reportó el fallecimiento por paro cardíaco de tres personas tras sufrir crisis nerviosas debido al movimiento telúrico.

Los establecimientos sufrieron la pérdida de producto o parte de su estructura, ya sea por vidrios quebrados, desprendimiento de trabes, estructuras cuarteadas, caída de azulejos, tejas, daños a las tuberías de gas y agua potable, como las afectaciones más considerables.

Las protestas

Este viernes 10 de septiembre comenzaron las protestas de los afectados por el sismo. Los primeros fueron los habitantes del conjunto habitacional Pedregal de Cantaluna que bloquearon la carretera Acapulco-Zihuatanejo para exigir apoyo ante la afectación de los 600 departamentos.

Los afectados exigieron la cancelación de créditos, pago de seguro o reubicación y que el gobierno federal intervenga porque temen haber perdido su patrimonio, a tan sólo seis años de haber adquirido su vivienda por parte del desarrollo inmobiliario Casas Paquiné.

En una segunda manifestación, habitantes de la unidad habitacional Vicente Guerrero bloquearon el bulevar de las Naciones, para exigir se les otorgue un dictamen de daño a sus viviendas.

Los afectados bloquearon el bulevar de las Naciones, a la altura del centro de convenciones Mundo imperial, a unos minutos del Aeropuerto internacional de Acapulco, en la zona Diamante, para exigir un dictamen del daño sufrido por edificios de la primera etapa.

Los manifestantes advirtieron que existe preocupación, pues hay inmuebles que están a punto del colapso, en algunos casos por la antigüedad o la falta de mantenimiento, por lo que numerosas familias ya no duermen en sus departamentos desde la noche del sismo.

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