En Quechultenango, habitantes temen a los "Ardillos" desde hace 30 años: CIPO-EZ

Chilapa, Guerrero; 17 de febrero de 2022.- El Concejo Indígena y Popular de Guerrero-Emiliano Zapata (CIPO-EZ) dijo que Quechultenango, así como Chilapa, Colotlipa, Tixtla, Petaquilla y Tlanipolulco -municipios y comunidades- donde opera el grupo criminal denominado "Los Ardillos", la mayoría de la población teme por su vida porque sufren extorsiones y "a las atrocidades que han venido haciendo en el estado de Guerrero por más de 30 años".

Los integrantes de la CIPOG-EZ se pronunciaron ante lo que llamaron una "estrategia fallida" del ejército que intentó ingresar ayer 16 de febrero a Quechultenango, para llevar a cabo detenciones de miembros del grupo "Los Ardillos", sin embargo, un grupo de 200 pobladores, cuya mayoría teme a ese grupo pero controlada por ellos, los amedrentan y expulsan de la comunidad. 

En el pronunciamiento escrito, la CIPO-EZ señaló que los militares firmaron una minuta con dirigentes de sicarios y cuestionó: "Tampoco entendemos que se haya suscrito una minuta con gente de 'Los Ardillos', en la que se acordó que se permitiría la realización de operativos militares en Quechultenango, pero acompañados de la policía municipal así como de las guardias comunitarias ¿a caso con toda la inteligencia militar no saben que en Quechultenango no hay policía comunitaria sino sicarios al servicio de ese grupo criminal.

 La CIPO-EZ aclaró que no denuncia a la población de Quechultenango, sin embargo, afirmó que es "obligada, bajo amenaza de muerte, a callar los crímenes de 'Los Ardillos', sino al grupo narco-paramilitar, que utiliza a la gente como carne de cañón".

Finalmente, exigieron que se mantengan los operativos en Quechultenango y en los territorios señalados como Chilapa, Colotlipa, Tixtla, Petaquilla y Tlanipolulco, que se depuren y desarticulen a "Los Ardillos" desde las instituciones que están vinculadas a ellos, como lo es la policía municipal, presidentes municipales y, Fiscalía.