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El objetivo es avanzar, transformar la educación de nuestros hijos para formar una generación más equitativa


 

Por: Albania Morán Martínez / estudiante, ama de casa y madre

Hola a todos, los saludo con gran afecto y respeto. Soy Biyú Natse (Albania Morán Martínez), tengo 23 años, soy hablante de la lengua mè’phàà, de la Ciénega municipio de Malinaltepec, escribo estas líneas como reflexión y poema, desde lo vivido como estudiante, ama de casa y madre. Espero aportar para trazar rumbos por un mundo más equitativo, ante los embates de la vida.



Mbàa majan majuwáa ajmáa ló’

 

Ikháa medo numba nando xpintan ló’

Mbamba mbi’i,

Tsí’yo rí ikhan gajma nidxu, ñajuan lo’ mbóo,

Majan tiyáa ikhan rí driga ló’ ñajune.

Naraxáa, na numu nanda rí ma’ne wíi raun rá,

Xi ma’ne wíi raun,

Mane wíi raun numba

Migu júbà jama tiguaphòo xubia,

Xá ratha ri ma’ne wíi raun,

numu rí tsíyo gaxtha

ná numbàa rí xkaguwee,

nando maxtháa nijian.

 

Xuge rí gundáa àda,

Tsitsi nadxaun a’woo giña,

Na ra’ma ajngóo xíñúu

rí mane majan rí ra’khii ninii jamíi xabiyáa,

numu rí magumáà imba xuajen gatsí nawin,

na majuwáa ló’ gagi.  

 

   Créditos al dibujante Isaías Trinidad Porfirio. 


Por un paraíso, en vez de infierno


El mundo nos quiere separar,

Sin darse cuenta de que tú y yo,

Somos uno,

Somos esa consigna de rebelión por equidad,

Amigo mío, no vayas por el mundo,

Pensando que el mundo es solo tuyo,

Porque sabes bien que es de ambos.

                               

Por qué callar mi voz,

Al callar,

Calla la mitad del mundo,

Duerme la mitad de la tierra,

Descansa la mitad de ti,

¡No me calles!, ¡ni opaques mis ganas de vivir!

Vivamos en el paraíso, en vez de infierno.

 

Ahora que soy madre,

Las voces de mis abuelas,

Me susurran en el viento:

¡no repitas las costumbres erróneas,

corrige y lucha por un paraíso!

 

Reflexiones desde el vivir de la mujer mè’phàà

Esta reflexión surge de las vivencias que he observado dentro de mi contexto mè’phàà, tanto en la parte baja y la montaña alta de Guerrero, sobre la cuestión de la mujer. Al recorrer lugares he percatado y sentido en carne propia, la vivencia de mis compañeras mujeres, que de alguna manera me llenan de rabia y coraje ante la impotencia de querer hacer algo, o querer tener el poder para castigar a mis hermanos hombres, sin embargo la cuestión no va por ahí, es solo reproducir lo mismo de lo tanto, y el objetivo es avanzar, es transformar nuestra educación al momento de adiestrar a nuestros hijos para formar una generación más equitativa, es borrar las expresiones como: ¡que eres mujer por eso lloras!, ¡aguántese como los machos!, ¡los hombres no lloran!, ¡calladita te ves más bonita!

He observado que la cuestión de la mujer es algo que se tiene que ir trabajando en Guerrero, porque se sigue arrastrando la vieja idea que la mujer solo sirve para “el metate y el petate”, y la misión es liberarse de esa consigna muy vulgar de la cultura, que no permite avanzar, y solo estanca.  La mujer alimenta y da a luz a un nuevo ser, sin embargo, es responsable de educar a un hombre íntegro que vea por ambos y no que sea un yugo más para las mujeres.

En la parte baja y la montaña alta de Guerrero las mujeres han sido participativas y de alguna manera han unido fuerzas para erradicar esa expresión vulgar, demostrando que son capases de generar y emprender proyectos que ayudan a la cadena de vida, la medicina tradicional, jardín botánico, lombri-composta, productoras de maíz y café, abonos orgánicos, tianguis comunitario, producción de hortalizas, participación activa en la policía comunitaria, también se han destacado como mujeres comisarias, regidoras y presidentas, profesionistas, escritoras e investigadoras.

En memoria del maestro Quirino, que fue un complemento en el apoyo de las mujeres para el tianguis comunitario y mi reconocimiento al padre César de la parroquia San Francisco en Tlapa de Comonfort, que nos prestó un espacio para vender productos orgánicos de la montaña de Guerrero.

A decir verdad, son pocas las mujeres que se quieren subir a este barco, porque la mayoría le teme a ser juzgada, criticada e incluso perseguida. Desde mi perspectiva, el tiempo en que nos encontramos debemos evolucionar en ideas, las mujeres no tenemos por qué seguir cargando con ese yugo, porque tanto el hombre como la mujer somos importantes para la existencia de la humanidad, recalcar que nosotras no somos seres extraños, para que de alguna manera se nos restrinja participar, para actuar en nuestro desarrollo y bienestar como el de los demás, recuerdo las palabras de un maestro que me decía “uno juzga por ignorante y falta de empatía”, esa ignorancia y pesimismo no permite avanzar.

He observado también que se tiene miedo el ser rebasado, sin embargo, ahora la cuestión aquí no es rebasar a nadie, sino complementar, porque somos uno solo, ambos necesitamos del otro, en fuerza y físico somos diferentes, pero en derecho y oportunidades somos iguales, los derechos tienen que ejercerse y no solo mencionarlos, porque las palabrerías sobran en una sociedad, son actos los que necesitamos.

Mujeres coincidamos hoy más que nunca, no tengamos miedo de luchar tanto en casa como en cualquier lugar en el que nos encontremos, de granito en granito llenaremos esta sed, desde las mujeres escritoras, profesionistas, estudiantes, trabajadoras, amas de casa, que esta sed de equidad sea nuestro motor para hacer de este mundo algo más íntegro y completo. La mujer educa, siembra, alimenta, crea, la mujer necesita un compañero y no debe ser callada ni lastimada física y emocionalmente. Eduquemos compañeros, no opresores, porque el sistema ya lo es, y necesitamos derrumbar ese sistema lleno de desigualdades, pareciera algo utópico porque nos falta despertar.


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