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Continúa tala ilegal en comunidades de Ayutla


Por: Rosalba Ramirez 

Ayutla, Guerrero., 27 de marzo de 2024. - Desde hace más de diez años se ha registrado la tala ilegal y desmesurada de árboles en las comunidades de Ayutla de los Libres que inició en la localidad de Coapinola, y continuó la degradación forestal en La Concordia y el Ejido de San Luis Acatlán, una comunidad indígena de habla mixteca. 

Las empresas locales que deforestan el campo ofrecen sus beneficios a los habitantes indígenas como construcción de capillas, comisarias, carreteras, abrir brechas, pero también dinero que no llega a sus manos porque se reparte únicamente entre comisarios.

La tala se da con permiso de la autoridad, es decir, con el comisariado de la mano de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias- Policía Comunitaria/Pueblos Fundadores, (CRAC-PC), explica Hoger Morales Miranda, coordinador del Frente Nacional por la Liberación de los Pueblos en entrevista.

“Aquí siempre lo hemos dicho, está metida la CRAC porque si tú quieres bajar de esas comunidades con carga de leña, te detienen, te quitan la madera y te multan, pero si las empresas bajan no pasa nada porque ya están maiciados por las empresas guerrerenses que están sacando la madera para hacer tablas”.

Por eso como organización recordó que contantemente han denunciado desde hace varios años inclusive han cerrado las entradas a esas comunidades hasta que las empresas que distribuyen a los aserraderos de Chilpancingo sacan su maquinaria.

Con la tala inmoderada de árboles hubo un cambio climatológico muy fuerte. Sobre todo, se vio reflejado en la escases de agua. Un ejemplo se registra en la comunidad de El Paraíso, donde su río se secó porque si bien no hubo una tala por parte de empresas, sus habitantes que si lo hicieron no reforestaron y tuvieron una escasez de agua increíble cuando su río podía abastecer a toda la comunidad y aledañas. 

Los pulmones han sido talados en su totalidad. Se trata de árboles con 20 hasta 30 años de vida. Todos pinos.

- Cómo es posible que a los campesinos les quiten la madera a pesar de que es poca y la traen a vender para subsistir en familia y las empresas afectan todo un pulmón y nadie los detiene, reprocha.

Explicó que si los campesinos reinciden en cortar madera entonces los encarcelan, pero primero los multan con 500 pesos mientras que la venta que les confisca la CRAC la revenden por hasta 20 mil pesos. 

Por lo que un indígena que no tiene vehículo para sacar la madera de sus comunidades al centro de Ayutla paga un flete, perdiendo la paga por el servicio de traslado, la madera y la multa.

- Pero en cambio los camiones de las empresas pasan y la CRAC argumenta que ellos tienen permiso, los campesinos también sacan permisos, pero a ellos no se los hacen válidos.


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