Mujeres que desaparecieron en Otis y que no se contaron, fue omisión de Estado: feministas

 Por: Rosalba Ramírez

Acapulco, Guerrero, 08 de marzo de 2024. - Dos mil mujeres diversas marcharon sobre la avenida Costera de Acapulco, en el Día Internacional de la Mujer. 

Esta cifra de mujeres que marcharon para demandar sus derechos superó a las ediciones pasadas. Las mujeres caminaron frente a las trabajadoras y trabajadores de los pocos negocios que han podido aperturar después de Otis, y uno que otro turista local que tomó fotos, que aplaudió o que alzó las manos en apoyo a la actividad. 

La ola violeta inundó la avenida Costera con un continente encabezado por las víctimas de desaparición forzada y feminicidio, seguidas de las mujeres víctimas del huracán Otis, mujeres con discapacidad, infancias, madres, y en general.

Las mujeres que se asumieron públicamente feministas y las que llegaron recientemente al movimiento social, caminaron desde el parque Papagayo al Zócalo de la ciudad. Eran indígenas, afromexicanas, trabajadoras del hogar, mujeres maternando, académicas, amas de casa, niñas y ancianas. 

La marcha de este viernes fue distinta porque a pesar de que la demanda principal fue una vida libre de violencia, en esta ocasión visibilizaron las brechas de género que el huracán Otis acentuó en contra de las mujeres en la contingencia. 

Durante y después del huracán las feministas denunciaron que la violencia sexual y física incrementaron, así como el femincidio y las desapariciones sobre todo, de menores de edad y el acoso callejero. 

De acuerdo con el pronunciamiento de las feministas leído desde un templete en el zócalo del puerto a donde llegó la marcha, el huracán de categoría 5 vulneró 14 veces más a las mujeres comparadas con los hombres porque, mientras que a los niños se les enseña a nadar o a defenderse, a las niñas se les impone cuidar de adultos mayores o de sus hermanos, permitiendo que el segundo género tenga mayor porcentaje de sobrevivir en un desastre. 

La violencia machista también aumentó porque sin líneas telefónicas con las cuales poder denunciar y accesos obstruidos por el arrastre de basura, las mujeres víctimas de violencia fueron expuestas a continuar viviendo con su agresor. 

Las feministas recriminaron que las mujeres fueron vulneradas, coaccionadas o amenazadas en la búsqueda de conseguir agua, alimento y posteriormente en la entrega de enseres, despensas o atención médica. 

Dijeron que el huracán Otis arrebató a hermanas, amigas, hijas, nietas y madres, pero no fue un hecho aislado. Las autoridades, apuntaron las feministas, fueron omisas en incluir la perspectiva de género en la gestión integral de riesgos. 

También afirmaron que las mujeres debieron ser tomadas en cuenta como propietarias de negocios o viviendas para un plan de  reconstrucción de la ciudad. 

Asumieron que la desaparición de mujeres durante y después del huracán Otis, pero que no se contabilizaron, recae en la negligencia de las autoridades. 

Finalmente, añadieron que creer en las denuncias de las víctimas es el primer paso para la no revictimización y la justicia.