Header Ads

Con machetes y palos, las mujeres de las comunidades defendemos nuestro territorio: Samantha Colon


 


Por: Rosalba Ramírez Hernández


Acapulco, Guerrero; 03 de julio de 2022.-En 2003 en los Bienes Comunales de Cacahuatepec en la zona rural del puerto de Acapulco, decenas de mujeres iniciaron la defensa de su territorio cuando se intentó imponer la construcción del proyector hidroneumático La Parota. Eran mujeres campesinas e indígenas de un pueblo que corría el riesgo de ser devastado por la construcción de esta obra. Entre estás mujeres, está Samantha Valeria Colón Morales.

Aquí nace la organización de las comunidades y la lucha de mujeres y hombres que comenzaron a defender el agua y la tierra, cuenta Samantha, entrevistada durante una exposición fotográfica de personas desaparecidas en el estado de Guerrero expuesta en el zócalo de Acapulco. Estuvo ahí, porque llevó las fichas de búsqueda de su esposo, Vicente Iván Suástegui Muñóz quién se encuentra desaparecido desde el jueves 5 de agosto de 2021 cuando hombres desconocidos lo secuestraron al manejaba su taxi colectivo de la ruta Renacimiento.

Ambos pertenecen al Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la presa La Parota (CECOP). Desde aquella época y hasta hoy, cuenta, las mujeres tuvieron un papel protagonizó y una amplia presencia al encabezar las marchas y manifestaciones. 

"Cuando había represión éramos las primeras en salir al frente con palos y machetes. Tuvimos mucha presencia apesar de ser pueblo, apesar de estar marginados y no tener educación o de cosas que carecemos todavía pero apesar de eso las mujeres nos sabemos organizar. Siempre vamos al frente en cuanto había una situación que se tenía que resolver. Lo hacíamos para prevenir represión, encarcelamiento o hasta el asesinato de nuestros compañeros y lo hacíamos pensando en que se detendrían porque somos mujeres", dice.

Estos diez meses sin Iván, cuenta, han sido muy difíciles porque desempeña el rol de madre y padre a la vez pero además, bajo el proceso tortuoso de no saber del paradero de su esposo. A esto se suma que, pese a exigir las condiciones de seguridad, el Estado no se las ha proveído ni a ella ni a sus hijas.

Diez años de matrimonio, dos niñas menores de edad; es la figura del padre y esposo el que hace falta en el hogar. No todo era perfecto pero era una familia contenida con esfuerzo y sacrificio. Una de estas pruebas, el encarcelamiento y posterior liberación de Vicente.

Ninguna autoridad hasta esta entrevista ha otorgado medidas cautelares a Samantha no a sus hijas que aun viven en su pueblo y del que se niega a salir pese a recibir constantes amenazas telefónicas. No lo hace, porque ahí nació, creció e hizo su vida. 

"No quiero huir de ahí porque nuestra vida está hecha ahí. Nuestra vida no puede cambiar de la noche a la mañana por un grupo que esté ahí atentando contra nosotros. Hemos pedido las medidas de seguridad y se nos reconozca como víctimas. Hay una familia que quedó sola porque a mi esposo lo desaparecieron".

Durante estos meses de desaparición han sido detenidos al menos tres presuntos culpables en la desaparición de su esposo. Lo único que sabe Samantha, es que la investigación está estancada porque los detenidos se reservan a declarar, además de que ay ordenes de aprehensión que no se han liberado.

Creyente de Dios, dice que la esperanza y la fe por encontrar a Vicente continúa como el primer día. "Todos los días mis hijas me pregunta 'mi papá va a regresar' y yo les digo que si hasta no tener otros resultados".



No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.